Durante este verano tiene lugar la campaña ¡No te deshidratates! para prevenir la deshidratación y concienciar a la población que hay que hidratarse correctamente, y se ofrecerá información detallada y consejos prácticos para una correcta hidratación que tendrá como resultado evitar la deshidratación del cuerpo.
La campaña ¡No te deshidrates! es una iniciativa de divulgación sociosanitaria puesta en marcha por el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS) con el respaldo del Ministerio de Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, la Organización Médica Colegial y la Fundación Quirón. El objetivo de la campaña, que se inició en 2008, es difundir entre la población la importancia de mantener una buena hidratación, sobre todo en los grupos de riesgo, en un verano que se presenta más caluroso de lo normal según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Con el lema “Hay mil formas divertidas de hidratarse” pretende divulgar hábitos saludables de hidratación gracias a la variedad y el sabor de las bebidas.
¿Qué es el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS)? es una institución de carácter científico-técnico que surge de la necesidad de mejorar el conocimiento en torno a la hidratación y sus aspectos sanitarios. Está integrado por destacados profesionales de la salud de distintas especialidades implicadas en el análisis de la deshidratación -nutrición, endocrinología, pediatría, geriatría, medicina deportiva, dietética y farmacia- que conforman su Consejo Científico Asesor. El OHS tiene tiene tres líneas principales principales de actividad: investigación, educación y divulgación.
La campaña ¡No te deshidrates! en este verano 2011 pretende difundir la importancia de la prevención para evitar las consecuencias de la deshidratación, rompe algunos mitos como que “no solo el agua hidrata”, además de agua hay otras bebidas con alto contenido hídrico que hidratan de la misma manera y se aconseja que en todo momento bebamos ya que hay que tener cuidado con la pereza a la hora de beber pues es nuestro deber controlar la hidratación de nuestro propio cuerpo. Incluir variedad de bebidas favorece la ingesta total de líquidos: además de agua, las infusiones, refrescos, zumos, lácteos, sopas frías, etc. ayudan a alcanzar los niveles de líquidos recomendados para estar correctamente hidratados y evitar los riesgos de falta de hidratación. De ahí el lema de esta campaña: ¡Hay mil formas de hidratarse!. Diversos estudios demuestran que incluir diversidad de bebidas incrementa en un 50% la ingesta de líquidos y previene el riesgo de deshidratación. El sabor de las bebidas también facilita beber lo necesario ya que incrementa en un 32% la ingesta de líquido. Esta campaña de 2011 se desarrolla mediante puntos informativos en centros comerciales de distintas ciudades de España -Madrid, Sevilla, Santiago de Compostela, Barcelona...-, e importantes destinos turísticos de nuestra geografía, en los que se podrá medir el nivel de hidratación corporal y donde se resolverán las dudas de los ciudadanos que se acerquen hasta ellos relacionadas con la importancia de protegerse frente al calor y de mantener una buena hidratación. La campaña ¡No te deshidrates! tiene el firme objetivo de colaborar en el conocimiento de la importancia vital de la hidratación por parte de la población, así como el compromiso de ayudar en la prevención de la deshidratación, especialmente en los grupos de población más vulnerables, a los que pretende concienciar con información detallada y consejos prácticos. Gracias a la Fundación Quirón y a través de los hospitales o de los centros del Grupo Hospitalario Quirón se ofrecerán materiales informativos y consejos para informar a los grupos más vulnerables frente a la deshidratación y mantener una correcta hidratación especialmente en los meses de verano. También la campaña ofrecerá vídeos divulgativos e información a través de la web.
La importancia de la hidratación en la salud:
El 60% del cuerpo es líquido. La hidratación es fundamental para desarrollar funciones diarias como la digestión, el transporte de nutrientes, la eliminación de lo que no se necesita a través de las heces y la orina, la regulación de la temperatura, etc. Si no se reponen los líquidos que se pierden, el cuerpo tiene que recurrir al que está en el interior de las células y puede producirse una deshidratación.
La hidratación es la base de una correcta nutrición y una buena salud: favorece el transporte de nutrientes, regula el funcionamiento de las células, elimina toxinas, previene el estreñimiento, ayuda al buen funcionamiento de los riñones, regula la temperatura corporal, preserva el buen estado de la piel -beber agua hidrata la piel-, etc. Por tanto una alimentación sana y un aporte de líquidos adecuado, junto al ejercicio físico es el pilar fundamental de un estilo de vida saludable.
Cada persona tiene unas necesidades específicas de hidratación: según edad, sexo, condiciones climáticas, actividad física, etc. Determinadas situaciones pueden requerir niveles de hidratación específicos. Algunos ejemplos de estas situaciones son el trabajo, el clima, la altitud, los deportes acuáticos, etc.
De media, es necesario beber entre 2 y 3 litros de líquido al día a través de una diversidad de bebidas. En verano, con el calor y la humedad o al realizar actividades físicas se pueden llegar a duplicar estas necesidades, se pierden más líquidos y debemos tener más cuidado a la hora de reponerlos.
Causas y consecuencias de la deshidratación:
Continuamente se pierden líquidos a través de la piel, la sudoración, los pulmones al respirar, la orina, al hacer la digestión, etc.
Algunas de las consecuencias de la deshidratación son: cansancio, apatía, dificultad de concentración, reduce el rendimiento mental, dolor de cabeza eventuales, vómitos, disminución del rendimiento, debilidad, calambres musculares, aceleración del ritmo cardíaco, etc.
El verano es una época de riesgo:
La exposición humana a temperaturas ambientales elevadas puede provocar, entre otras cosas, pérdida de agua y electrolitos (deshidratación) y una respuesta insuficiente del sistema termorregulador.
Las vacaciones también pueden suponer un factor de riesgo: gastroenteritis, las diarreas del viajero, los aires acondicionados que resecan el ambiente, los aviones (las condiciones de sequedad en vuelo son similares a las del desierto), etc. son causa frecuente de deshidrataciones.
En verano se incrementa el número de ingresos hospitalarios que asocian estados de deshidratación: producidos directamente por golpes de calor o por agravamiento de enfermedades previas. 7 de cada 10 españoles no sigue las pautas adecuadas de hidratación frente al aumento de las temperaturas.
La concienciación anticipada de la población puede reducir los efectos sobre la salud. En España, alrededor del 30% de españoles –unos 14 millones de personas- se encuentra en situación de riesgo ante una deshidratación.
Los grupos de población más vulnerables son: Personas mayores, trabajadores al aire libre, deportistas, niños y adolescentes, enfermos, embarazadas y mujeres en periodo de lactancia, etc.
Estar bien hidratado es siempre esencial para la salud, se realice o no actividad física y en cualquier época del año.
Hidratación para el deporte o ejercicio físico: Si se hace deporte es importante elegir las bebidas más adecuadas para una correcta reposición de líquidos. Ésta debe cumplir 3 objetivos: reponer el agua perdida, reponer el sodio y aportar hidratos de carbono que mantengan una concentración adecuada de la glucosa en sangre. Para lograr una mayor ingesta de líquidos es importante que la bebida tenga buen sabor y resulte apetecible. Entre las bebidas, las de deportistas, que aportan azúcares y electrolitos, especialmente sodio, ayudan a reponer las sales minerales y facilitan la absorción de agua. Además, se consumen con facilidad dado su buen sabor. De esta forma se previene el riesgo de deshidrataciones y disminuciones de la concentración de sales en sangre. Este aporte de hidratos de carbono y sales minerales es especialmente interesante si el deporte se practica de forma intensa y durante más de dos horas, es importante aportar hidratos de carbono y sodio. Las bebidas isotónicas, están recomendadas cuando se hace deporte durante más de una hora, ayudan a reponer el agua, las sales minerales y la glucosa que se pierde a realizar actividad física de cierta intensidad. Estas soluciones orales se caracterizan por contener agua, carbohidratos (azucares) y minerales entre sus componentes.
Evidencia científica: Diversas investigaciones indican que la hidratación mejora el rendimiento físico, influye en la actividad mental, guarda relación con enfermedades, mejora el bienestar e influye en un estilo de vida saludable. Se puede vivir 3 semanas sin comer pero sólo 3 días sin beber.
Consejos para mantener una hidratación adecuada y evitar la deshidratación:
1. Beber de 2 a 3 litros de líquido al día de manera continua y en pequeñas cantidades.
2. Si se realizan actividades y esfuerzos físicos notables, conviene aumentar estas cantidades y vigilar las pérdidas excesivas de líquido a través del sudor.
3. Llevar siempre a mano una botella de bebida que nos recuerde la necesidad de beber.
4. Beber antes de tener sed. No confiar únicamente en la sensación de sed ya que suele aparecer cuando existe cierta deshidratación.
5. Beber variedad de bebidas: agua, zumos, refrescos, infusiones, leche, lácteos, caldos, helados y batidos, etc. El sabor de las bebidas ayuda a beber lo necesario.
6. Ingerir alimentos ricos en agua (frutas, verduras y hortalizas).
7. Evitar el consumo de bebidas alcohólicas, pues tienen efecto diurético y deshidratan.
8. En épocas de calor intenso, además de aumentar el consumo de líquidos, mantenerse en un ambiente fresco y ventilado.
9. Vigilar la adecuada ingesta de líquido de los más vulnerables a la deshidratación -ancianos, enfermos, niños y adolescentes, deportistas, trabajadores al aire libre, etc.-.
10. Informarse para prevenir las consecuencias de la deshidratación. En caso de duda sobre cómo hidratarse adecuadamente, consultar a los especialistas de la salud -médicos, enfermeros o farmacéuticos-.
La campaña ¡No te deshidrates! es una iniciativa de divulgación sociosanitaria puesta en marcha por el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS) con el respaldo del Ministerio de Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, la Organización Médica Colegial y la Fundación Quirón. El objetivo de la campaña, que se inició en 2008, es difundir entre la población la importancia de mantener una buena hidratación, sobre todo en los grupos de riesgo, en un verano que se presenta más caluroso de lo normal según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Con el lema “Hay mil formas divertidas de hidratarse” pretende divulgar hábitos saludables de hidratación gracias a la variedad y el sabor de las bebidas.
¿Qué es el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS)? es una institución de carácter científico-técnico que surge de la necesidad de mejorar el conocimiento en torno a la hidratación y sus aspectos sanitarios. Está integrado por destacados profesionales de la salud de distintas especialidades implicadas en el análisis de la deshidratación -nutrición, endocrinología, pediatría, geriatría, medicina deportiva, dietética y farmacia- que conforman su Consejo Científico Asesor. El OHS tiene tiene tres líneas principales principales de actividad: investigación, educación y divulgación.
El 60% del cuerpo es líquido. La hidratación es fundamental para desarrollar funciones diarias como la digestión, el transporte de nutrientes, la eliminación de lo que no se necesita a través de las heces y la orina, la regulación de la temperatura, etc. Si no se reponen los líquidos que se pierden, el cuerpo tiene que recurrir al que está en el interior de las células y puede producirse una deshidratación.
La hidratación es la base de una correcta nutrición y una buena salud: favorece el transporte de nutrientes, regula el funcionamiento de las células, elimina toxinas, previene el estreñimiento, ayuda al buen funcionamiento de los riñones, regula la temperatura corporal, preserva el buen estado de la piel -beber agua hidrata la piel-, etc. Por tanto una alimentación sana y un aporte de líquidos adecuado, junto al ejercicio físico es el pilar fundamental de un estilo de vida saludable.
Cada persona tiene unas necesidades específicas de hidratación: según edad, sexo, condiciones climáticas, actividad física, etc. Determinadas situaciones pueden requerir niveles de hidratación específicos. Algunos ejemplos de estas situaciones son el trabajo, el clima, la altitud, los deportes acuáticos, etc.
De media, es necesario beber entre 2 y 3 litros de líquido al día a través de una diversidad de bebidas. En verano, con el calor y la humedad o al realizar actividades físicas se pueden llegar a duplicar estas necesidades, se pierden más líquidos y debemos tener más cuidado a la hora de reponerlos.
Causas y consecuencias de la deshidratación:
Continuamente se pierden líquidos a través de la piel, la sudoración, los pulmones al respirar, la orina, al hacer la digestión, etc.
Algunas de las consecuencias de la deshidratación son: cansancio, apatía, dificultad de concentración, reduce el rendimiento mental, dolor de cabeza eventuales, vómitos, disminución del rendimiento, debilidad, calambres musculares, aceleración del ritmo cardíaco, etc.
El verano es una época de riesgo:
La exposición humana a temperaturas ambientales elevadas puede provocar, entre otras cosas, pérdida de agua y electrolitos (deshidratación) y una respuesta insuficiente del sistema termorregulador.
Las vacaciones también pueden suponer un factor de riesgo: gastroenteritis, las diarreas del viajero, los aires acondicionados que resecan el ambiente, los aviones (las condiciones de sequedad en vuelo son similares a las del desierto), etc. son causa frecuente de deshidrataciones.
En verano se incrementa el número de ingresos hospitalarios que asocian estados de deshidratación: producidos directamente por golpes de calor o por agravamiento de enfermedades previas. 7 de cada 10 españoles no sigue las pautas adecuadas de hidratación frente al aumento de las temperaturas.
La concienciación anticipada de la población puede reducir los efectos sobre la salud. En España, alrededor del 30% de españoles –unos 14 millones de personas- se encuentra en situación de riesgo ante una deshidratación.
Los grupos de población más vulnerables son: Personas mayores, trabajadores al aire libre, deportistas, niños y adolescentes, enfermos, embarazadas y mujeres en periodo de lactancia, etc.
Hidratación para el deporte o ejercicio físico: Si se hace deporte es importante elegir las bebidas más adecuadas para una correcta reposición de líquidos. Ésta debe cumplir 3 objetivos: reponer el agua perdida, reponer el sodio y aportar hidratos de carbono que mantengan una concentración adecuada de la glucosa en sangre. Para lograr una mayor ingesta de líquidos es importante que la bebida tenga buen sabor y resulte apetecible. Entre las bebidas, las de deportistas, que aportan azúcares y electrolitos, especialmente sodio, ayudan a reponer las sales minerales y facilitan la absorción de agua. Además, se consumen con facilidad dado su buen sabor. De esta forma se previene el riesgo de deshidrataciones y disminuciones de la concentración de sales en sangre. Este aporte de hidratos de carbono y sales minerales es especialmente interesante si el deporte se practica de forma intensa y durante más de dos horas, es importante aportar hidratos de carbono y sodio. Las bebidas isotónicas, están recomendadas cuando se hace deporte durante más de una hora, ayudan a reponer el agua, las sales minerales y la glucosa que se pierde a realizar actividad física de cierta intensidad. Estas soluciones orales se caracterizan por contener agua, carbohidratos (azucares) y minerales entre sus componentes.
Consejos para mantener una hidratación adecuada y evitar la deshidratación:
1. Beber de 2 a 3 litros de líquido al día de manera continua y en pequeñas cantidades.
2. Si se realizan actividades y esfuerzos físicos notables, conviene aumentar estas cantidades y vigilar las pérdidas excesivas de líquido a través del sudor.
3. Llevar siempre a mano una botella de bebida que nos recuerde la necesidad de beber.
4. Beber antes de tener sed. No confiar únicamente en la sensación de sed ya que suele aparecer cuando existe cierta deshidratación.
5. Beber variedad de bebidas: agua, zumos, refrescos, infusiones, leche, lácteos, caldos, helados y batidos, etc. El sabor de las bebidas ayuda a beber lo necesario.
6. Ingerir alimentos ricos en agua (frutas, verduras y hortalizas).
7. Evitar el consumo de bebidas alcohólicas, pues tienen efecto diurético y deshidratan.
8. En épocas de calor intenso, además de aumentar el consumo de líquidos, mantenerse en un ambiente fresco y ventilado.
9. Vigilar la adecuada ingesta de líquido de los más vulnerables a la deshidratación -ancianos, enfermos, niños y adolescentes, deportistas, trabajadores al aire libre, etc.-.
10. Informarse para prevenir las consecuencias de la deshidratación. En caso de duda sobre cómo hidratarse adecuadamente, consultar a los especialistas de la salud -médicos, enfermeros o farmacéuticos-.
Vídeo de YouTube del OHS de la "Campaña ¡No te deshidrates!" para prevenir los efectos del calor y la deshidratación este verano, donde se aconseja que es importante que exista un equilibrio hídrico, es decir que se reponga las perdidas a través de las bebidas, beber más cuando las temperaturas son más elevadas. Trabajadores y deportistas al aire libre, personas con un sistema inmunológico más débil son colectivos de riesgo y tienen que prestar una atención a la hidratación y tienen que evitar estar expuestos al sol en las horas centrales del día:
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