
-Maestro: ¿este pájaro está vivo o muerto?
Su plan era el siguiente: si el maestro dijera “muerto”, él abriría la mano y el pájaro se echaría a volar. Si la respuesta fuese “vivo”, él lo aplastaría entre los dedos. De esa manera, el maestro siempre estaría equivocado.
-Maestro, ¿el pájaro está vivo o muerto? – insiste.
-Mi querido alumno, esto va a depender de ti – es el comentario del maestro.

Desafiando al maestro, Paulo Coelho.
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