Esta es una historia que nos da a entender lo importante que es vivir y disfrutar del presente sin preocuparnos mucho por el futuro.
Dicen que Diógenes iba por las calles vestido con harapos y durmiendo en los zaguanes. Cuentan que, una mañana, cuando estaba amodorrado todavía en el zaguán donde había pasado la noche, pasó por aquel lugar un acaudalado terrateniente.
Dicen que Diógenes iba por las calles vestido con harapos y durmiendo en los zaguanes. Cuentan que, una mañana, cuando estaba amodorrado todavía en el zaguán donde había pasado la noche, pasó por aquel lugar un acaudalado terrateniente.
- Buenos días -dijo el caballero.
- Buenos días -contestó Diógenes.
- He tenido una semana muy buena, así que he venido a darte esta bolsa de monedas.
Diógenes lo miró en silencio sin hacer ni un movimiento.
-Tómalas. No hay trampa. Son mías y te las doy a ti, que sé que las necesitas más que yo.
-¿Tú tienes más? -le preguntó Diógenes.
- Claro que sí -contestó el rico-, muchas más.
- ¿No te gustaría tener más de las que tienes?
- Sí, por supuesto que me gustaría.
- Entonces, guárdate estas monedas porque tú las necesitas más que yo.
Algunos cuentan que el dialogo siguió así:
- Pero tú también tienes que comer y eso requiere dinero -insistió el caballero.
- Ya tengo una moneda -y la mostró- y me bastará para un tazón de trigo para hoy por la mañana y quizás algunas naranjas.
- Estoy de acuerdo. Pero también tendrás que comer mañana... ¿De dónde sacarás el dinero mañana?
- Si tú me aseguras, sin temor a equivocarte, que viviré hasta mañana, entonces quizá tome tus monedas.
(Dos de Diógenes. De Déjame que te cuente, de Jorge Bucay.)
Esta historia es verdad en esta vida no sabemos nunca que nos depara. Puede que sean cosas buenas, pero también cosas malas o muy malas, por eso se tiene que vivir el presente sin hacer daño a nadie ni pisotear, es la forma de sentirnos bien.
ResponderEliminarEs verdad no sabemos que pasara mas tarde, el presente debemos disfrutarlo a cada segundo,no sabemos mañana que ocurrida, solo queda agradecer lo que tenemos y lo que podemos dejar como enseñanza a los que se quedan. Marisol de Chile
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