La Selección Española de fútbol ya ha recibido el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes 2010. El premio le fue concedido por el jurado "por crear una técnica y un estilo de juego admirados mundialmente y que son en muchos países un modelo a seguir. Por haber logrado que toda España vibrara con sus triunfos y los hiciera suyos, y haber conseguido la máxima transcendencia popular, social y deportiva a nivel internacional dando ejemplo de ansias de superación, espíritu de equipo, sencillez y compromiso con los valores del deporte."
La Selección Española de fútbol, actual campeona de Europa y del mundo, recogió el premio en el Teatro Campoamor de Oviedo, representada por nueve jugadores en representación de los 23 que consiguieron hacernos tocar el cielo en el mundial de Sudáfrica 2010: José Manuel Reina, Sergio Ramos, Jesús Navas, Juan Manuel Mata, Javier Martínez, Carlos Marchena, Fernando Llorente, Joan Capdevila, Xavi Hernández e Iker Casillas. Y con ellos, estaba el Seleccionador Nacional, Vicente del Bosque que fue quien recogió de la mano del Príncipe Felipe el galardón y tuvo el detalle de hacer participe del premio a Luis Aragones (seleccionador artífice de la victoria en la Eurocopa 2008).
Vídeo de you tube de la entrega a la Selección Española de fútbol el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes 2010:
Vídeo de you tube de la entrega a la Selección Española de fútbol el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes 2010:
Discurso del seleccionador nacional de fútbol Vicente del Bosque en la ceremonia de los Premios Príncipe de Asturias:
"Majestad, Altezas, Excelentísimas e Ilustrísimas autoridades, Excelentísimos señores premiados, Señoras y Señores.
Desde hace más de 100 años, el fútbol forma parte de lo cotidiano de nuestra vida y va inexorablemente ligado a las esperanzas e ilusiones de millones de españoles. Hablamos de él con tanta frecuencia e intensidad que ya es como uno más de la familia. De fútbol se habla antes y después de los partidos que se disputan; antes y después de que se inicien y concluyan sus campeonatos, y no hay lugar en el que no esté presente. El fútbol no deja indiferente a nadie ni es artículo de menor cuantía.
Somos, por tanto, beneficiarios de un estatus, de unos privilegios y de unas responsabilidades que no pueden ignorarse. Abanderamos y articulamos un fenómeno universal de cuya trascendencia no cabe duda y que nos anima a tratar de ser mejores cada día. Desde 1920 hasta hoy, la selección española ha aglutinado los sentimientos de generaciones de aficionados que acompañaron al equipo nacional en sus alegrías y en sus penas, en sus triunfos y en sus derrotas, sin volver la cara, sabiendo que lo que defendían unos cuántos era lo que perseguían multitudes.
La selección que hoy recibe el Premio Príncipe de Asturias es depositaria de unos valores que van más allá de los éxitos puntuales y de su materialidad, y es, también, legítima heredera de una tradición que nos honra. Esos valores tienen carácter imperecedero y perfil determinante. Son el esfuerzo, el sacrificio, el talento, la disciplina, la solidaridad y la modestia. Los jugadores que han obtenido el Mundial han sido leales a dichos principios y a los de la deportividad y el honor. Defendiéndolos alcanzaron la victoria final. De otro modo no habría sido posible.
El éxito de España en Sudáfrica ha sido el premio a todo ello, pero, también, el resultado del convencimiento de los jugadores en que lo que hacían era lo mejor y a la fe en su propuesta futbolística. Nunca nos faltó ni lo uno ni lo otro. Éramos conscientes de que únicamente así podríamos ser capaces de sobrellevar las adversidades y dificultades que surgieran para lograr lo que nos habíamos propuesto.
La selección se siente profundamente satisfecha de haber alcanzado el éxito conseguido y muy orgullosa de haber podido responder a la confianza que millones de españoles depositaron en ella. El grupo al que represento reúne todas las virtudes que un entrenador ha deseado siempre. La inolvidable victoria que nos brindaron en Sudáfrica queda para la historia y en su intramuros, la humildad de un grupo de futbolistas que han hecho de la modestia un arma tan poderosa como su mismo y arrebatador juego.
Por último, quisiera destacar el apoyo recibido en Sudáfrica, en primer lugar por Su Majestad la Reina y Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias. Para ellos es nuestro agradecimiento por su apoyo y su fe. Muchas gracias."
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